Comprar ropa usada no es una novedad. De hecho, es una práctica común en las grandes capitales del mundo y cientos de personas lo hacen normalmente, ya sea porque hace parte de su estilo, porque son una especie de ‘cazadores’ de tesoros o porque creen que este es un gran aporte al cuidado del planeta.

Si estás en Nueva York, no dudes en recorrer las callecitas de Brooklyn, te toparás con el distrito de las tiendas de segunda mano, en cada esquina encuentras una. La tendencia de comprar ropa de segunda mano o vintage se ha fortalecido durante la pandemia, ese afán de darle vida a nuevas piezas, reciclar o compartir con las amigas esas piezas de vestir que ya no usas, ya hace parte de un movimiento enorme en redes sociales.

Eso sí, para lograrlo, saca de tus pensamientos varios mitos urbanos como que la ropa de segunda mano tiene mal olor o está siempre en mal estado. De hecho, una de las cosas que irás aprendiendo si te decides a hacer parte de este movimiento es afinar tu vista. Seguro encontrarás pequeños detalles que serán decisivos a la hora de comprar esa prenda: una pequeña mancha, un botón faltante o una cremallera un poco desgastada. La idea es que puedas evaluar qué tan fácil sería poder solucionar ese problema y ahí saber si la quieres comprar o no.

Es increíble la cantidad de tesoros que puedes encontrar en este tipo de almacenes, pues allí llegan prendas con marcas de tiendas por departamentos, hasta piezas de diseñador por precios increíbles. Es importante tener paciencia, pues muchas de las tiendas de ropa de segunda mano tienen mucha oferta, así que debes buscar con calma y objetividad. Saber que podrás encontrar de todo y que en medio de todos esos exhibidores encontrarás esa blusa, falda, abrigo, cartera o cinturón que irá perfecto con tu estilo.

Una de las cosas más fascinantes de entrar a estas tiendas de ropa usada es saber que podrás encontrar prendas vintage, que fácilmente tienen entre 20 y 30 años. La ventaja de esto es que nunca te toparás en la calle con alguien que lleve la misma ropa… ¡Serás la sensación! Así que prepárate para probarte muchas cosas y disfrutar de esta aventura.

El aporte al medio ambiente

Reutilizar ropa es, sin duda, un gran aporte al medio ambiente, pues se calcula que la industria de la moda es la responsable del desperdicio del 20% del total del agua a nivel global, además se ha podido establecer que la fabricación de ropa y calzado produce el 8% de los gases invernadero.

Así que reutilizar prendas es una de las maneras en las que puedes contribuir a la conservación del medio ambiente.

¡Hazlo tú misma!

En caso de que en tu ciudad no haya tiendas de ropa de segunda mano o no te anima mucho la idea de visitarlas, puedes hacer una actividad con tus amigas más cercanas: se trata de una especie de venta de garaje. Planea una tarde de chicas y haz que cada una de ellas lleve esa ropa que ya no usa, pero que está en buen estado. Pueden organizarla y cada una elegir esa prenda que le encanta… pueden hacer un trueque o establecer un precio para esa ropa.

De esta manera tienen la tranquilidad de saber de dónde viene esa prenda que elijan y lo mejor de todo: renovarás tu ropero sin esfuerzo y sin gastar más.

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